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viernes, 18 de septiembre de 2009

Proyecto de jaulas metálicas con electricidad intenta salvar a los corales.

El aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, uno de los causantes del calentamiento global del planeta, también atenta contra los arrecifes de coral. Los mismos, formados por la acumulación de esqueletos calcáreos de distintos organismos, son esenciales para un cuarto de toda la vida marina y también para los seres humanos (ya que ayudan a contener algunas corrientes oceánicas fuertes). Por ello, su desaparición puede significar un gran problema ambiental.
Lamentablemente, los corales ya están reduciéndose a una velocidad alarmante: se calcula que ya se perdió el 27% de los arrecifes del mundo y que otro 60% se extinguirá en 30 años si no se hace nada al respecto. Es por estas causas que en distintas partes del mundo se están llevando acciones y estudios para salvar a los corales. Ahora, un experimento que involucra cajas de metal submarinas con corrientes eléctricas aparece como una alternativa que podría ayudar a recuperar a los corales.
La investigación se está llevando a cabo en el Centro de Investigación Marina de Malé, en las Islas Maldivas (que ya perdieron un 90% de sus arrecifes de coral), bajo el nombre de Proyecto Vabbinfaru.
Informa BBC Mundo que allí, un grupo de científicos colocó en el fondo marino 'jaulas' metálicas conectadas a una corriente eléctrica. Los impulsos provenientes de esta corriente provocaron una reacción química en el agua que hizo que las jaulas se cubrieran de una sustancia parecida a la cal, y que permitió la rápida proliferación de corales sobre las mismas.
De esta forma, se logró que los corales crecieran de una forma mucho más rápida que la generación natural, y con un costo relativamente bajo. Deberán pasar al menos 10 años para que los corales de las islas se recuperen totalmente, pero el experimento ha permitido acelerar el proceso.
La iniciativa ahora se está probando en otros sitios en los que los corales están en peligro, como Bali, Indonesia y México.
Si bien esto no representa una solución para el problema de los corales, al menos abre una esperanza para una posible recuperación de los mismos.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El océano sigue calentándose y ya genera emisiones de metano.

Una de las consecuencias del calentamiento global es el aumento de la temperatura de los océanos. Entre otros efectos, esto podría causar el derretimiento de los glaciares y un consecuente crecimiento del nivel del mar, y la generación de emisiones de metano.

Desafortunadamente, dos noticias negativas se dieron a conocer esta semana en torno a este tema. Por un lado, la temperatura de la superficie del océano ha marcado un nuevo récord; por otro, un estudio determinó que ya se están registrando emisiones de metano por el calentamiento del mar.

De acuerdo a un nuevo análisis del Centro Nacional de Datos Climáticos de Asheville, EEUU, la temperatura de la superficie del océano ha roto un nuevo récord. Durante julio, se registraron temperaturas más de medio grado Celsius más altas que el promedio de las registradas durante el siglo XX. Las mismas mediciones determinaron que el planeta en general estuvo más cálido que lo normal, con mayor incidencia del calor en Europa, Africa del norte y el Noroeste de América.


Por otro lado, aunque llamativamente en relación a lo anterior, un informe del Centro Oceanográfico Nacional de Southhampton publicado en Science Daily determinó que ya se registran emisiones de metano provenientes del hidrato de metano almacenado en los sedimentos que se encuentran en el lecho marino.



El hidrato de metano es una sustancia compuesta por agua y metano que parece hielo y se encuentra en las superficies profundas del océano. Es estable con temperaturas bajas y bajo mucha presión, pero al salir de estas condiciones puede generar emisiones de metano, que es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el carbono.



Los científicos habían advertido que un aumento de temperatura del océano podía generar esto, pero no pensaron que podría estar pasando ya en este momento. El proceso se registró en un margen del océano Artico llamado West Spitsbergen, y aseguran que, si se extiende, podría llegar a generar decenas de megatoneladas de metano por año. Por el momento el metano generado se disuelve en el agua antes de llegar a la atmósfera, pero de todas formas contribuye a la acidificación del océano.



Mientras se llevan a cabo más estudios para determinar qué podría provocar este metano, el hecho de que un fenómeno que parecía lejano esté pasando crea preocupación en cuanto a la proximidad de los efectos del calentamiento global. ¿Podrán los líderes del mundo llegar a un acuerdo en Copenhague que logre frenar estos cambios?

martes, 1 de septiembre de 2009

Advierten que el cambio climático podría afectar la inclinación de la tierra.


Hace algunos días hablábamos sobre los peligros que puede presentar el calentamiento de los océanos, entre ellos el de la desaparición de los corales. Ahora, un estudio publicado esta semana advierte sobre un nuevo peligro: el de un posible cambio en la inclinación del eje terrestre.
La tierra da vueltas sobre un eje que está inclinado a 23,5 grados de la vertical, y esta posición está constantemente cambiando a medida que la distribución de las masas sobre la tierra se mueven. De acuerdo a un informe publicado en New Scientist, hace tiempo se ha probado que el cambio del clima ha movido el eje terrestre. De hecho, el derretimiento del hielo de Groenlandia ya está causando que el eje se incline 2,6 centímetros anualmente y es probable que ese número aumente los próximos años.
Pero ahora se descubrió que el calentamiento del océano puede aumentar ese cambio de inclinación.

Un grupo de científicos realizó proyecciones teniendo en cuenta qué pasaría si los niveles de dióxido de carbono se duplicaran en el período 2000-2100, y determinó que si los océanos se calientan y expanden, más agua será 'empujada' para arriba de la superficie del océano y ese efecto podría hacer que el polo norte de la tierra se moviera 1,5 centímetros por año en la dirección de Alaska y Hawai.

Los investigadores también advirtieron que el cambio climático podría afectar además la velocidad de rotación terrestre: si las masas de la tierra se redistribuyen en latitudes más altas, eso podría ocasionar que el planeta girara a una mayor velocidad.

Aunque estos descubrimientos no representan en este momento un peligro o cambio inminente, demuestran hasta qué punto el calentamiento global puede afectar el equilibrio de la tierra. Y ponen aún más presión en la necesidad de un acuerdo en Copenhague que frene el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Más información:
New Scientist