Powered By Blogger

lunes, 11 de julio de 2011

El proyecto para la nueva sede de Apple es todo menos sustentable.

Albert Camus, dijo: “todos los grandes hechos y los grandes pensamientos tienen un comienzo ridículo”. Las grandes obras a menudo nacen en una esquina o en la puerta giratoria de un restaurante”.

Así que, ¿qué podemos decir de la propuesta para la nueva sede de Apple, un edificio sin esquinas y sin calles? Que es anti-urbana, anti-social, anti-ambiental y probablemente anti-Apple. Y que incluso podría significar el fin de Apple como una entidad creativa.

Apple ha hecho mucho por el diseño, elaborando hermosos objetos que han cambiado nuestras expectativas de lo que debería ser la electrónica y su manera de funcionar. Sus tiendas han reinventado la forma en que compramos.

Pero tengo graves problemas con el diseño de este proyecto. Le da la espalda a su comunidad. Su relación con la calle es una pared de estacionamiento para automóviles.

Steve Jobs compara el edificio con una nave espacial, pero los únicos edificios que operan como naves espaciales se llenan con Spooks, espías y secretos, o incluso con prisioneros (ver la sede de la Agencia Espía Británica).

En Masdar, Norman Foster diseñó una ciudad que consiste en una interconexión de edificios y espacios al aire libre: tomó como punto de partida la arquitectura indígena, observando cómo funcionaban las ciudades en la antiguedad y emulándolas. En Cupertino ha hecho justamente lo contrario: no importa que esté asentada en un huerto, todo está internalizado, no hay calles, no hay un patrón reconocible. Tira por la ventana todo lo que hemos aprendido sobre la importancia de la relación con la comunidad.

Jane Jacobs dijo: “Las viejas ideas a veces pueden encontrar uso en nuevos edificios. Las nuevas ideas deben encontrar claves en edificios antiguos”. Esto es porque los edificios antiguos se encuentran en ciudades que atraen a jóvenes y a creativos. Por eso tenemos San Francisco, Nueva York y las ciudades que Richard Florida llama spiky (puntiagudas, por la concentración de gente y los edificios altos), en donde se encuentra la clase creativa: porque a la gente creativa le gusta relacionarse con otras personas creativas. Ponerlos a todos en una nave espacial es demasiado… suburbano. La antítesis de Apple. El que alguien haya dejado olvidado un iPhone en un bar una vez no significa que tengamos que poner a todos en un reluciente panóptico blanco aislado del resto del mundo.

En 1961, IBM trasladó sus operaciones de investigación desde un edificio cerca de la Universidad de Columbia en Nueva York hasta el Centro de Investigación Thomas Watson de Eero Saarinen, en el interior, rodeado de campo. Fue denominado el “Versalles Industrial”. Cincuenta años más tarde, IBM todavía permanece entre nosotros, todavía es grande, pero no es considerada una empresa creativa y de vanguardia. ¿Cómo será Apple luego de varias décadas de ocultarse entre huertos, desconectada de la comunidad a la que sirve? ¿Se convertirá en lo mismo que el 'Gigante azul'?

Las icónicas tiendas de Apple han sido grandes ejemplos de cómo contribuir a la construcción de una ciudad: a menudo se trató de gloriosas renovaciones de estructuras ya existentes, en ubicaciones céntricas, porque es allí donde se encuentran sus clientes. Así que es una lástima que la empresa esté perdiendo la oportunidad de seguir construyendo nuestras ciudades y se enfoque en su lugar en hacer la versión actual de una oficina suburbana de los años 60.

No puedo dejar de pensar en la inscripción del anillo (de El señor de los anillos):

Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario